Redacción FaB Sevilla, 25-01-2013
Hoy os traemos una historia; un vivo ejemplo de cómo el baloncesto sirve para integrar y unir personas de diferentes culturas.
El
caso nos llega desde Lora del Río. Allí se encuentra un chico marroquí
de 18 años de edad, llamado Abdessamad Kassimi, al que este deporte le
ha ayudado a ser uno más en el pueblo.
Un
día se presentó en uno de los entrenamientos del club de la localidad
sin apenas nociones de español y, su presidente, Miguel A. Arjona, sin
necesidad de entenderle, supo que quería jugar a basket.
Desde
entonces el joven está muy involucrado con el baloncesto. No se pierde
un entreno: entrena con los juveniles y con los senior. Ayuda con las
categorías inferiores; va a ver jugar al equipo senior y anima como el
que más. También le gusta ir a ver los partidos de ACB de Cajasol. En
definitiva, ama este deporte.
Es
duro llegar a un sitio nuevo por necesidad, y más duro sería si, en ese
sitio del que desconoces todo, te tratasen mal. Kassimi ha tenido la
suerte de encontrar en Lora Baloncesto AD una familia. Ahora es uno más
en un grupo de jóvenes que utiliza el deporte de la canasta para sacar
lo mejor de su práctica: salud, amistad, compañerismo, solidaridad,
respeto… Probablemente no sepamos donde estará en un par de meses, pero
seguro que donde quiera que esté tendrá cerca un aro.
"El
baloncesto siempre será un deporte de integración, y que mejor ejemplo
que la vida de Kassimi" Miguel A. Arjona, Presidente del Lora Baloncesto
AD.
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